lunes, 26 de agosto de 2013

Código de Etiqueta y distinción social

Código de Etiqueta y distinción social
La etiqueta, con todo lo que esto conlleva (apariencia personal, el habla, la forma de vestir, de comportarse en distintas situaciones, de comer, respetar distinciones, categorías y rangos, etc.) es de suma importancia para el buen desarrollo de las relaciones humanas en general y para un adecuado y armonioso (en la medida de lo posible) relación de negocios.

Como estudiantes y futuros profesionales, no debemos esperar a llegar al puesto que deseamos para empezar a construir o refinar estas conductas, los cuales eventualmente nos darán las herramientas, condiciones necesarias y un valor agregado sobre la competencia.

Ya no es imperativo ser bueno en nuestro ámbito de trabajo, sino que tenemos que desarrollar algunas cualidades y/o habilidades extras, como estas, las cuales nos va a permitir sobresalir entre otros candidatos para un puesto laboral por ejemplo.

Una persona con un código de etiqueta aceptable, es un factor valioso, para compañías, que quieren de hacerse con personas que aparte de la calidad humana, reflejen éxito, transparencia y excelencia.

″Los buenos modales son la base de las buenas relaciones humanas″ (Margot
Mc Closkey Colon, 2001, 02)


″ La etiqueta usualmente refleja fórmulas de conducta en las que la sociedad o la tradición han mitificado. La etiqueta puede reflejar un código deontológico subyacente, o puede surgir a partir de la moda, como en la Gran Bretaña del siglo XVIII donde actos aparentemente sin sentido como, por ejemplo, sostener la taza de té de una determinada manera, se asociaba con la clase alta. Como "cultura", es una palabra que poco a poco se ha vuelto plural, especialmente en una sociedad multiétnica con muchas expectativas chocando entre sí. Así, hoy en día es posible referirse a "una etiqueta" o "una cultura", concediendo el hecho de que no es universal″ (Wikipedia)

Inteligencia emocional en los conflictos diarios

Inteligencia emocional en los conflictos diarios

Existen demasiadas variables, causantes de conflictos entre las personas en el ámbito laboral, en las cuales destacan: Competencia por recursos escasos, Conflicto de funciones, exigencias laborales y familiares contrapuestas, personalidades agresivas incluidos los bravucones y actitudes descorteses y groseras. Si bien es cierto, existen varias maneras de abordar un conflicto, maneras que van de la mano con el carácter e inteligencia emocional de cada persona en particular, entre los cuales se presentan, desde una perspectiva altamente competitiva para solucionar los problemas del modo que a esa persona le parece correcto y sin tomar en cuenta ningún criterio más; hasta alguien que es totalmente permisivo, incapaz de negociar sus derechos con tal de que el problema se apacigüe. (Todos estos estilos para manejar, enfrentar o confrontar conflictos los puede encontrar en el libro, Relaciones Humanas de Andrew Dubrin, pagina 130).

Yo en lo personal pienso que se debe de tener la capacidad suficiente para discernir los diferentes escenarios y que tipo de personas están involucradas, así con el fin de poder amoldarse mejor y tomar una postura que busque lo mejor para la mayoría, sin dejar de lado la integridad e intereses propios.

He encontrado que, marcar la cancha con pequeños detalles, de una forma totalmente pasiva o diplomática, sin dejar de lado la calidad humana y humildad,  es esencial para que la gente con la que uno se rodea en cualquier esfera social, lo respete a uno.
Ese respeto, que después va a pesar a la hora de intervenir en un conflicto, ganándonos credibilidad.

″Negociar con una persona, puede resultar para muchos como intimidante, pero la verdad es que, vivimos en una constante negociación. Actividades tan simples como saber esperar, y tomar nuestros turnos en una conversación, o decidir quién saludara primero, involucra la negociación tacita.

Cuando hay opciones, existe el potencial para el desacuerdo. Estas diferencias, cuando se manejan apropiadamente, pueden resultar en interacciones y soluciones ricas, efectivas y creativas″ (Gregorio Billikopf, 2011, 1, Negociacion interpersonal)

sábado, 24 de agosto de 2013

Estrés Laboral y nuestras relaciones humanas


Estrés Laboral y nuestras relaciones humanas

En esta época de gran agitación económica, donde la lucha por un puesto de trabajo se vuelve con el tiempo más y más, una guerra, que hay que ganar a toda costa, donde nos permitimos a nosotros mismos, dejarnos llevar por  el avasallador ritmo que nos impone el mundo actual. Una bola de nieve, que puede resultar imparable y con daños irreversibles para nuestra salud mental y física.
Hablamos del estrés, el cual se considera como una reacción de adaptación y defensa del organismo para afrontar una situación que se percibe como amenazante para nosotros o como lo dice el autor del libro de clase. Se refiere a la reacción ante una situación, no a la situación o suceso en si.(Dubrin, 2008, 282)
Esta reacción fisiológica, es un problema en la mayoría de los casos, el cual indudablemente vamos a afrontar en nuestra vida laboral y personal en diferentes medidas.
Según la OMS (organización mundial de la salud) en su libro La organización del trabajo y el estrés. Cataloga al estrés como un problema que representa un riesgo altísimo no solo en nuestra salud, sino también en la efectividad y productividad de las personas con su trabajo, así como el deterioro o la construcción de las relaciones interpersonales.
 ″Uno de los principales problemas para la salud de los trabajadores y el buen funcionamiento de las entidades para las que trabajan…Una buena gestión y una organización adecuada son la mejor forma de prevenir el estrés″ ( Stavroula Leka, Prof Amanda Griffiths, Prof Tom Cox,1999,1)
Pienso que la capacidad que tiene cada persona para verse afectado o no por una misma situación se debe por dos factores.
El primero es un umbral con el cual nacemos que nos permitirá ser más tolerantes o susceptivos ante un mismo estimulo, el cuerpo no ve la necesidad de alzar ninguna bandera roja, y ese proceso de ″adaptación″ o ″defensa″ el cuerpo lo considera como innecesario en ese momento.

Y el otro, es como nos definen las diferentes situaciones que cursamos en nuestra vida. La diferencia está, en que de esta manera simplemente aprendemos a vivir con el estrés, lo que no significa que no estemos estresados o que no lo externemos como lo haríamos si, esto no fuera parte de nosotros.